Estamos a finales del XIX, y por finados las familias canarias celebran una tradición cuyo origen se pierde en los anales de nuestra historia. Cada miembro de la familia tiene un papel según capacidades y herencia recibida. Se saben responsables de algo mayor: revivir a los difuntos queridos con todos los sentidos dentro del hogar común, la familia. 

Los más jóvenes de la casa invitarán a los visitantes a este rito privado. Abriendo las puertas de la casa sólo a buenos cristianos , compartirán los recuerdos, las tradiciones y las vivencias familiares que, en una noche como ésta son los latidos del hogar, de cada hogar.

Representación teatral dentro del Proyecto "Huella de Identidad: Acción Joven de Identidad Cultural" subvencionada por la Consejería de Educación y Juventud del Cabildo de Gran Canaria. 

Colabora la Parroquia Matriz de San Lorenzo.